Por José Sosa C.
Alguien te puso al mar y allí creciste
con un velamen blanco de gaviotas
o encallaste una vez tras largo viaje
y no pudiste levantar vuelo.
Por eso es que te siento algo de nave
y sospecho en tu ser algo de pájaro.
Limones isla gris
al norte de la verde tierra mía.
No sé pero hace tiempo
presentí tu calor y hoy que me allego
y acodero en tu muelle mis pisadas,
siento que me recibes
en el beso del viento,
en el saludo amigo,
en el cálido abrazo de tus barrios,
en las manos del hombre que trabaja.
Bríndote pues Limones mis poemas
y mi voz trajinando por tus calles
de mangle y acerrín. Y mi palabra
firme, comprometida y solidaria
la dejo en tu regazo. Mientras tanto
me llevo de tus playas la nostalgia.