PEDAGOGÍA

La Pedagogía Activa en la Escuela Nueva: Una experiencia transformadora de aprendizaje

La propuesta de la Escuela Nueva se distancia de los métodos tradicionales de aprendizaje y propone la manipulación y acción directa sobre los objetos y la realidad para asegurar la comprensión del conocimiento. Esta manera de entender el aprendizaje causa una verdadera revolución que se expresará en la búsqueda de propósitos distintos, variaciones de los contenidos, de la secuencia y especialmente de la metodología. A este respecto, Gil (2007, p.42) menciona que la escuela nueva es la oportunidad para generar niños autónomos con facilidades y espacios de interacción en los entornos del conocimiento. La pedagogía activa descarta las certezas en el aula, la heteronimia y propende por el aprovechamiento de la espontaneidad infantil centrando sus intereses en el aprendizaje, a través del manejo de incertidumbres.

Kids jumping rope at the school ground illustration

Postulados

De Zubiría Samper (2006, pp. 111-117) en su libro «Los modelos pedagógicos: hacia una pedagogía dialogante», destaca la diferencia esencial con la Pedagogía Tradicional, es decir, es la subrogación del aprendizaje a la acción. Su lema: «Aprender haciendo». Para promover los aprendizajes la escuela debe priorizar la manipulación, experimentación permanente del estudiante, que es el eje fundamental en el proceso educativo; proceso de aprendizaje sostenido en los siguientes postulados:

  • Postulado primero (metas): El propósito de la escuela no es solo el aprendizaje; lo más importante es posibilitar a los niños contacto con la naturaleza y la realidad. El alumno puede y debe actuar y pensar a su manera, favoreciendo un desarrollo espontáneo, en el cual el maestro tiene una mínima intervención.
  • Postulado segundo (contenidos):  No hay contenidos establecidos en forma rígida y sistemática, todo responderá a los intereses de los niños, lo cotidiano y circunstancial y al conocimiento directo de la naturaleza y la vida.
  • Postulado tercero (la secuenciación): Los contenidos educativos deben organizarse partiendo de lo simple y concreto hacía lo complejo y abstracto, adopta una secuenciación empirista.
  • Postulado cuarto (el método): Al considerar al niño como artesano de su propio conocimiento, el activismo da primacía al sujeto y a su experimentación. El método tiene la máxima jerarquía dentro del proceso. Lo más importante es que el niño: observe, trabaje experimente con la realidad y actúe permanentemente.
  • Postulado quinto (los recursos didácticos): Los recursos didácticos serán desarrollados en función de los niños que, al permitir la manipulación y experimentación, contribuirán a educar los sentidos, garantizando el aprendizaje y el desarrollo de las capacidades individuales.
  • Postulado sexto (la evaluación): No existe una verdadera evaluación del proceso. Se limita a establecer informes sobre la base del criterio de los estudiantes.
A Kids Looking at the planet with Telescope at observatory illustration

Precursores

Con los antecedentes expuestos la Escuela Nueva, congregó algunos precursores, de entre los que se citan: Jean-Jacques Rousseau, para quien la educación debería ser un proceso natural y libre, adaptado a las necesidades y habilidades individuales del estudiante; Johann Heinrich Pestalozzi,  creía en la importancia de la educación para el desarrollo humano y la mejora social; María Montessori, creó un método pedagógico basado en la observación, el respeto por las necesidades individuales del estudiante y centrado en el aprendizaje autónomo y la independencia; Célestin Freinet, propuso un enfoque educativo basado en la cooperación, el trabajo en grupo y la participación activa del estudiante en su propio aprendizaje; John Dewey, defendía una educación centrada en el niño y en la experiencia, donde el aprendizaje se produce a través de la acción y la reflexión.

Reafirmando lo mencionado, Arreal del Ser (2020, pp.10-16) manifiesta que el primer pedagogo en crear una teoría crítica con la Escuela Tradicional fue Rousseau en su libro «Emilio» (1762) en el siglo XVIII. En él expone sus ideas para crear un nuevo individuo preparado para la nueva sociedad dividiendo la evolución del niño en cinco etapas evolutivas. Su pedagogía está basada en el reconocimiento del niño como ser distinto al adulto, con su propio sistema evolutivo, hecho que se desconocía en la escuela de aquel momento. Entiende que la educación del niño está fundamentada en la relación de éste con la naturaleza, los hombres y las cosas (Montero, 2009, p.93).

Años más tarde sería Pestalozzi quien fundase una escuela cuyo principio fundamental era la libertad, nada era obligatorio, lo cual generó diversos cambios, por una parte, la idea establecida acerca de las funciones del maestro era diferente, eran los que debían interesarse por generar el interés en los alumnos, para que, de este modo, el alumnado tuviera ganas de asistir a clase. Por otro lado, se debían centrar en la individualidad del alumnado, logrando así la eliminación del autoritarismo dentro del aula. Del mismo modo, modificó las reglas escolares, lo que él consideraba el orden libre.

Rousseau influyó con sus métodos de enseñanza infantil más permisivos y de mayor orientación psicológica en el educador alemán Froebel, quien descubrió el valor pedagógico del juego infantil, creando la idea y el nombre de los «Kindergarten» cuya finalidad era la educación del niño de preescolar y estaban concebidos como una extensión del hogar, dada la importancia que daba a la familia. Admirador de Pestalozzi, se alejó de sus teorías ya que no las veía aplicables para la primera infancia, por lo que ideo una serie de materiales didácticos para centrar la atención de los niños en el juego como procedimiento pedagógico principal, promoviendo así la actividad creadora, espontánea y libre del niño.

En esta época en España, era imprescindible apoyar a los padres por medio del cuidado de los niños para que de este modo los adultos pudieran ir a trabajar (interés económico). El comienzo de las escuelas de párvulos tenía la función de aumentar y optimizar la Educación del Pueblo; para ello, el duque de Gor en 1838 junto a Montesino como vocal de la junta directiva promovieron la creación de dichas escuelas. Es en este momento, cuando Pablo Montesino, realza el interés por la idea original del modelo inglés en la cual hay que cuidar a los niños, pero a su vez se ha de enseñarles. Pablo Montesino se percató de que no había ningunas instrucciones ni departamento alguno encargado de ayudar y guiar a los profesores por lo que creó el Manual (1840), primer tratado de la pedagogía en el ámbito de la enseñanza de niños pequeños, donde da conocimientos de principios educativos a todas aquellas personas relacionadas con la educación. Ve al maestro como pilar del proceso educativo, incluyéndolos políticamente para mejorar el ámbito educativo de nuestro país, habilitando así la primera Escuela Normal. En su metodología se establecen tres puntos clave relacionados con la educación del niño que deben desarrollarse simultáneamente, estos son la educación intelectual, dónde el niño ha de interiorizar las ideas, diferentes y sencillas para que después, partiendo de la comprensión y la lógica, logren alcanzar las ideas abstractas; la educación moral, para formar el carácter, y la educación física, siendo médico puso gran interés en la práctica deportiva y en la higiene. «La educación equivale a criar un niño desde que nace, cuidando de su salud, de sus costumbres y de su enseñanza hasta que se le considera capaz de dirigirse y gobernarse por sí mismo» (Montesino, 1840, p. 200).

Children in the school scene illustration

Juan Federico Herbart, impresionado por el trabajo de Pestalozzi, crea el primer ensayo de valor que aborda el problema educativo en su conjunto y sienta una base en la educación basada en un verdadero conocimiento científico. Para Herbart, la misión del educador es engrandecer el espíritu del niño a través de la instrucción tanto en la formación como en su personalidad. Su pedagogía se basa en la estimulación del interés del educando. Se opone a la educación en parcelas y se centra en la educación múltiple, no enciclopédica, para universalizar el espíritu del niño. Herbart normalizó la educación por medio del proceso instruccional y centró la teoría de la educación como la parte fundamental de la instrucción, dónde la tarea del profesorado se llevaría a cabo por medio de diferentes métodos que dirigirían la actividad intelectual hacia la vida activa.

Tiempo después surgió el movimiento encabezado por Comte, denominado Positivismo que aportó una visión nueva ya que concibió a la ciencia como una garantía esencial para el establecimiento del dominio del hombre sobre la naturaleza. La educación no pudo escapar de verse encuadrada bajo la mirada de la ciencia positiva, lo que supuso que fuera una práctica con bases científicas rigurosas, pero circunscrita por la visión mecánica del ser humano, propia de las ciencias «exactas». La educación positivista perseguía crear individuos rígidos, alejados de la mentalidad abierta, centrados en sí mismos y acríticos. No están permitidas las explicaciones que conlleven un examen crítico. El individuo que se está formando es pasivo. Aprende a partir de la memorización de conceptos, convirtiéndose esto en el método más utilizado hasta nuestros días.

Llegados a este punto, podemos decir que a final del siglo XIX y principios del XX, hicieron aparición una serie de fenómenos históricos de renovación pedagógica cuyo objetivo principal fue transformar la educación, una contracorriente a la Educación Tradicional, que comenzó a denominarse Escuela Nueva. El movimiento cuyos iniciadores fueron Rousseau, Pestalozzi y Froebel se proyectó en Europa y rápidamente por todo el mundo.

Tras la Primera Guerra Mundial, Rudolf Steiner comprendió que a partir del siglo XX la sociedad necesitaba un nuevo enfoque del mundo y de sí mismo, y que era imprescindible llevar a cabo un cambio social que conllevase una reestructuración de la sociedad, así como de su vida política, cultural y económica; para ello, creo la Escuela Waldorf cuya función sería educar para la vida fundamentándose en los conceptos de libertad, igualdad y fraternidad. Para lograr esto, basó su pedagogía en el respeto por la individualidad del alumno y el seguimiento de su desarrollo evolutivo, el cual dividió en tres etapas divididas en Septenios:

  • El primero de ellos, de los 0 a los 7 años, donde predomina el movimiento y la fantasía sin desarrollo intelectual, se aprende a través del juego libre principalmente en el exterior para crear una gran relación con la naturaleza y de la imitación por lo que el maestro, integro y coherente, o debe ser un ejemplo inspirador que enseñe a relacionarse con los otros desde el respeto.
  • El segundo de los 7 a los 14 años, etapa dominada por el sentimiento donde el maestro presenta el conocimiento envuelto en emociones, asociación de imágenes, Se potencia el trabajo en equipo con un único maestro durante toda la etapa para un mejor conocimiento del niño.
  • Y finalmente, de los 14 a los 21, donde ya están preparados para el conocimiento abstracto, cada materia se imparte por un maestro buscando crear una afinidad que permita al joven descubrir su vocación. En todas las etapas es importante que haya una relación estrecha entre la familia y la escuela, aunque el maestro seguirá siendo el principal protagonista. Este modelo pedagógico se mantiene vivo hasta nuestros días.

Algunos ideólogos como Adolfo Ferriere dieron difusión al término Escuela Activa que rápidamente se extendió por Italia y Alemania y con la que pretendían capturar la característica fundamental del niño, la actividad. En 1899, por iniciativa suya, se funda la Oficina Internacional de las Escuelas Nuevas, cuya misión era reunir, coordinar y difundir el conjunto de investigaciones, trabajos e informaciones del llamado Movimiento Pedagógico Reformador. Ferriere participa en la elaboración del programa de la Escuela Nueva en 1922, en el que dice: «Las Escuelas Nuevas serán internados familiares, situados en el campo, donde la formación intelectual del niño se produzca por la propia experiencia y donde el estudiante practique el trabajo y el autogobierno como base de la educación moral y cívica» (Labrador, 1999).

En 1926, con Claraparède, funda la Oficina Internacional de educación con la misión de ampliar las relaciones internacionales y los intercambios en el campo pedagógico. Con estas diversas iniciativas se pretende, según el mismo dice: «que se haga justicia al niño». Su acción educativa está basada en dos principios, uno de ellos, considera al niño como fuerza e impulso vital originario, conjunto de instintos, tendencias, capacidades y necesidades que suscitan intereses determinados según las diferentes edades. El otro, tiene en cuenta la ley biogenética o de la correspondencia entre el desarrollo de la especie y el desarrollo del individuo. Defiende la individualidad y creatividad espontánea del alumno y la organización flexible de la actividad docente y del aprendizaje, lo cual exige una readaptación de la institución escolar sustituyendo la enseñanza centrada en el maestro por procedimientos innovadores que colocan al niño en el centro de la actividad educadora. Sus principios no son solo teóricos sino constatados con experiencias reales, en más de cien escuelas consideradas Nuevas antes de la Primera Guerra Mundial, lo que sentó las bases para que no hubiera ni haya un uso fraudulento de esta terminología. «Escuela Activa», expresión propuesta por Ferriere en 1920, es aquella en que las actividades espontáneas son el eje de toda educación y de toda actividad fecunda. El objetivo, preparar a los alumnos «para la vida por la vida», es decir para ser capaz de enfrentarse a cualquier situación que le pueda acontecer.

Como se ha podido constatar, la escuela activa proviene de la evolución de las corrientes pedagógicas desde Rousseau hasta nuestros días, de las cuales ha ido tomando aquellos aspectos que fomentan la individualidad y la creatividad para el completo desarrollo del individuo, siempre con el acompañamiento del docente que pasa a ser un facilitador. También en esa época y de la mano del educador progresista escocés, Alexander Sutherland Neill, se crea la Escuela Summerhill, basada en la educación anti-autoritaria y en la pedagogía libertaria cuya máxima es la felicidad. El internado se rige por un sistema de autogobierno donde cada persona tiene un voto, sea adulto o niño e independientemente de la edad; con él se aprueban las reglas que se han de seguir. Los alumnos son libres de asistir a clase, al principio de cada trimestre deberá elegir a cuál asistirá, por lo que cada maestro tiene alumnos de diferentes edades, pero interesados en la materia impartida. «El verdadero aprendizaje se produce por la convivencia, el autogobierno y el ejercicio de la responsabilidad que prepara a los alumnos a vivir en sociedad».

Kids doing physical activity with balloons illustration

En España, dando un giro total a la educación habida hasta el momento, Francisco Giner de los Ríos implantaba su método a través de Institución Libre de Enseñanza (en adelante ILE) cuyos principios pedagógicos eran:

  • El principio de autonomía de las personas para crear ciudadanos libres, con juicio propio.
  • Vinculación entre lo manual y lo intelectual, mediante talleres, introducción a los deportes, respeto al medio ambiente con excursiones, las cuales eran toda una novedad educativa.
  • Educación y no instrucción, con lo que se establecía una relación equitativa entre el alumno y el profesor, no basada en la recesión ni en el autoritarismo, no acumular conocimientos sino escuchar y hablar en público, no uso de libros de texto sino apuntes que se prolongaran a lo largo de toda la vida.
  • Educación como un continuo que comienza en el nacimiento y se prolonga durante toda la vida.
  • El profesor es el acompañante de un alumno protagonista, no hay cátedra, participan igualmente en los trabajos en grupo, estableciendo un proceso de colaboración.
  • No hay exámenes, es una evaluación continua.
  • Lo que sucede fuera del aula es más importante que lo que sucede en ella, se organizan así visitas a talleres, cárceles, fabricas, entre otros.
  • Es neutra y aconfesional, respetando todos los credos, pero no practicando ninguno.
  • Coeducación entre niños y niñas, maestros y maestras. La ILE fue el modelo catalizador de otros organismos educativos progresistas y el semillero de los principales intelectuales y artistas del primer tercio del siglo XX que estudiaron en la ILE o bien pasaron por la Residencia de Estudiantes, continuación de esta, en un ambiente de estudio, reflexión y puesta en común de conocimientos, como es el caso de Antonio Machado, Severo Ochoa, Dalí, Buñuel, Lorca, Gabriel Celaya, Ramón y Cajal, Unamuno, entre otros. Muchos de los principios básicos de la Pedagogía Moderna que ya están implantados en nuestras aulas con normalidad, fueron en su día innovadoras aportaciones educativas promovidas por la ILE; algunos ejemplos de esto son el contacto con la naturaleza a través de las colonias, excursiones para ampliar el conocimiento y campamentos para valorar el medio natural, colonias.

La metodología Montessori nace como una filosofía de la educación. Fue creada por la necesidad de trabajar con los niños en riesgo social, aunque años más tarde se universalizó. Para Montessori, la inteligencia infantil y los sentidos tenían gran relación y, afirma que los niños adquirían los conocimientos de una forma más sencilla por medio de la manipulación y el trabajo operativo apoyándose de material sensorial. Estos materiales han de ir mostrándose de forma progresiva a los alumnos, de manera que sean capaces de manipularlos correctamente y, para ello, el profesor ha de conocer con exactitud el momento evolutivo de cada uno de los niños, logrando así un mayor éxito en la construcción de nuevos esquemas mentales por parte del alumnado.

Del mismo modo, es fundamental generar un entorno favorable que motive al niño a aprender por sí mismo por medio de la experimentación y, para ello, los elementos del aula deben presentarse ordenados y al alcance de los niños en todo momento para aumentar así la seguridad y que el alumnado tenga libertad de movimiento y adquiera autonomía. Se definiría entonces su método pedagógico científico como: «El método Montessori se concreta en un sistema de materiales, creados por ella misma, y ejercicios debidamente secuenciados, utilizados por los pequeños para que aprendan de sus propias experiencias» (Muñoz y Zaragoza, 2011, p. 37).

Ovide Decroly funda la École de L’ermitage (Escuela de la Ermita), en la que se desarrolla su teoría de los «centros de interés». Decroly sustenta que lejos de disgregar la apreciación de las cosas, la mente del niño es globalizadora, tendiendo a las representaciones de conjunto, percibiendo las cosas como un todo. Los centros de globalización o de interés deben ser establecidos a partir de las necesidades primarias del niño: alimentación, respiración, aseo, protección, juego, etc. Según Decroly, los centros de interés favorecen la relación del alumno con su entorno, partiendo de lo próximo y finalizando con lo lejano. «Para el aprendizaje según estos centros de interés, Decroly aconseja seguir con las siguientes etapas: Observación directa de las cosas, asociación de lo observado y expresión de lo observado por medio del lenguaje, el dibujo, el modelado» (García Solana, 2009).

Para terminar, la escuela nueva es un modelo pedagógico centrado en el aprendizaje activo y la participación del estudiante en su propio proceso educativo. Esta metodología se funda en la idea de que el estudiante debe ser el centro del proceso de enseñanza, con un papel activo en la adquisición de conocimientos.

Entre las ventajas de la escuela nueva, se halla la promoción del aprendizaje autónomo y la creatividad, en tazón de que el estudiante tiene la posibilidad de experimentar y descubrir por sí mismo el conocimiento. También, esta metodología propicia el pensamiento crítico y la resolución de problemas, permitiendo la adquisición de habilidades prácticas para la vida cotidiana.

Empero, además existen algunas desventajas de este modelo pedagógico. En ciertos casos, puede resultar difícil medir el progreso del alumno, por cuanto, el proceso educativo se ajusta más en la exploración y el descubrimiento que en la memorización de datos. Es así como, críticos discuten que la escuela nueva puede ser menos eficaz para enseñar habilidades básicas como la lectura y la escritura, lo que podría implicar en un déficit en la formación académica del estudiante.

De esta forma, la escuela nueva tiene sus ventajas y desventajas. Si bien promueve el aprendizaje activo y la creatividad, puede ser menos efectiva para enseñar habilidades básicas. Pero, si se implementa apropiadamente, puede ser una excelente manera de fomentar el pensamiento crítico y la resolución de problemas.

Referencias bibliográficas.

Complementando la definición propuesta anteriormente, la Escuela Activa se fundamenta según De Zubiría Samper (2006) en su libro “Los modelos pedagógicos: hacia una pedagogía dialogante” (P. 111-117) los siguientes postulados:

Leupin, R. M. E. (2016). ¿Pedagogía activa o métodos activos?: El caso del aprendizaje activo en la universidad. RIDU10(1), 6. Dialnet-PedagogiaActivaOMetodosActivos-5578064.pdf

Gil, M. A. L. (2007). Aportes de la pedagogía activa a la educación. Plumilla educativa4(1), 33-42. Dialnet-AportesDeLaPedagogiaActivaALaEducacion-5920354.pdf

Arreal del Ser, A. (2020). La Escuela Activa: de la teoría a la práctica a través de un estudio de caso. TFG-G4219.pdf (uva.es)

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