En tiempos coloniales surge la figura de un excelente exponente de la pedagogía Francisco Eugenio de Santa Cruz y Espejo, nacido en el siglo XVIII, de las luces, del pensamiento ilustrado en Europa. Espejo, un talento que brilló con luz propia en la colonia, fue luz para los oprimidos por el poder, y pensando en el futuro de su pueblo no escatimó esfuerzos en prepararse, así que realizó estudios de Derecho, Medicina, Higiene, Investigación y Periodismo. Hizo aportes en la educación muy valiosos para el fomento del pensamiento pedagógico ecuatoriano. Como muchas facetas de su vida, es un verdadero visionario en el campo educativo. Agudo observador de la realidad docente de su época, critica duramente los sistemas, métodos y formas de enseñanza, así como planes y programas de estudio en sus escritos llenos de criterios didácticos y pedagógicos. (Freire 1985, p.50).
En el “NUEVO LUCIANO” en “MARCO POCIO CATON” y en la “CIENCIA BLANCARDINA” hizo ya una breve revisión y crítica de los estudios filosóficos-teológicos y planteó su reforma. Pero donde surge realmente la figura de Espejo, como teórico de la educación, como pedagogo innovador, como maestro y educador de pensamiento ilustrado es en su periódico. Ya en las páginas de la INSTRUCCIÓN PREVIA “se metió en una verdadera teoría de la educación, su génesis, sus fines…”
He aquí lo que podría ser el DECÁLOGO EDUCATIVO de Espejo con lo más destacado de su pensamiento pedagógico:
Primero NECESIDAD DE LA EDUCACIÓN PREESCOLAR, “Créame que desde los primeros días, aquellos en que el niño empieza hablar puede Ud.… enseñarle a hacer uso de la razón, esto es, acostumbrarle a que piense y haga su verdadero raciocinios” “Si el hombre se ve en inevitable necesidad de hacer uso de este talento (de observación) desde los primeros días de la infancia, es visto que de este principio depende el que él (niño) vaya sucesivamente llenándose de ideas, comparando los objetos, distinguiendo los seres”;
Segundo IMPORTANCIA DE LA ESCUELA PRIMARIA “Las escuelas de primeras letras son las que forman el ser científico, moral y religioso de la república”;
Tercero EDUCACIÓN INTEGRAL, concede importancia a la educación moral y al cultivo de “Todas las virtudes” y luego a la instrucción. Se dirige al maestro diciéndole “Usted pule, adorna, fabrica, tornea las costumbres todas de su tierno discípulo, y le saca de sus manos… respetuoso a sus padres, adorador verdadero de Dios…” Educación, instrucción. He ahí dos conceptos fundamentales para una moderna actitud pedagógico-docente;
Cuarto ENSEÑANZA INDIVIDUALIZADA, atendiendo a las diferencias individuales. “Pero, maestro mío, Usted debe enseñar a sus discípulos, según la capacidad de cada uno de ellos” Es maestro de libertad y confianza a sus discípulos: “Dé usted licencia a sus niños que hablen”. “… Entonces, maestro mío converse a la larga con todos sus discípulos, inspíreles en el aprecio del verdadero honor, Usted anuncia al niño las delicias de la libertad… Mire Usted cómo está en su arbitrio construir el ser moral de las repúblicas”;
Quinto ENSEÑANZA PRÁCTICA para que salgan de la escuela con “ciertas noticias” (conocimientos, destrezas) adecuadas a hacer sufrible la vida común.” Enseñanza de la vida real, en la vida y para una vida más digna diría Espejo;
Sexto ADECUADA METODOLOGÍA para que el maestro imparta conocimientos en forma “Sencilla, fácil y clara;
Séptimo FUNCIONALIDAD EN LA ENSEÑANZA DEL IDIOMA para que los niños aprendan a “leer bien, hablar bien y escribir bien” debe ser la principal preocupación del maestro de “una lengua tan abundante, tan armoniosa y en el día tan sabia como se ha vuelto la nuestra”;
Octavo EDUCACIÓN PARA LA LIBERTAD, “Maestro mío, usted anuncia al niño las delicias de la libertad”;
Noveno FORMACIÓN Y CAPACITACIÓN DOCENTE, consideró que es un “error craso y vicio origen de muchos vicios morales y políticos” el que en época “los perdularios y pordioseros que medio saben hablar, leer y escribir” sean regularmente los maestros de escuelas. Los educadores, los maestros según Espejo, deben ser los “hombres más sabios y más condecorados, porque el mayor esmero y cuidado se debe poner en el cimiento de la casa”. Reivindica, entonces la misión y profesión del maestro y su rol en la sociedad exigiendo para él, sólida formación cultural, científica y pedagógica, así como una gran calidad humana porque “enseña con su ejemplo”;
Diez NO A LA LETRA CON SANGRE ENTRA, el maestro debe “hacerse primero amar que temer” (Freire 1985, p. 52-56).
Espejo un visionario y adelantado de sus tiempos dejó un legado extraordinario de ideas y pensamientos en la pedagogía, y que tienen vigencia en la exigente sociedad presente, ya que propone una educación de amor, una educación que enrole a maestros talentosos para la enseñanza y la convivencia armónica en el aprendizaje, una educación sólida en las primeras etapas del estudiante, una educación sostenida en las realidades de la vida, una educación para la libertad, y una educación que promueva el cultivo de valores y habilidades. Lecciones muy valiosas para la formación, dignas de ser tenidas en cuenta en la acción pedagógica de hoy en día.
Fuentes:
Freire M. (1985) “Eugenio Espejo”. Forjadores de la Historia. Editorial Pedagógica Freirhe. Riobamba-Ecuador.
Banco Central del Ecuador 1988 “Pensamiento Pedagógico Ecuatoriano”. Corporación Editora Nacional. Quito.
Muñoz J. (s/f) “Hacia Una Pedagogía Prospectiva”. Colección Nueva Universidad N°2. Editorial U. T. P. L. Loja – Ecuador.
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