POESÍA

Poema dedicado al día del Maestro: Gabriela Mistral

La Maestra era pura. Los suaves hortelanos, decía,
de este predio, que es predio de Jesús,
han de conservar puros los ojos y las manos,
guardar claros sus óleos, para dar clara luz.

La Maestra era pobre. Su reino no es humano.
Vestía sayas pardas, no enjoyaba su mano
¡y era todo su espíritu un inmenso joyel! 

La Maestra era alegre. ¡Pobre mujer herida!
Su sonrisa fue un modo de llorar con bondad.
Por sobre la sandalia rota y enrojecida,
tal sonrisa, la insigne flor de su santidad. 

¡Dulce ser! En su río de mieles, caudaloso,
largamente abrevaba sus tigres el dolor!
Los hierros que le abrieron el pecho generoso
¡más anchas le dejaron las cuencas del amor!

¡Oh, labriego, cuyo hijo de su labio aprendía
el himno y la plegaria, nunca viste el fulgor
del lucero cautivo que en sus carnes ardía:
pasaste sin besar su corazón en flor!

Campesina, ¿recuerdas que alguna vez prendiste
su nombre a un comentario brutal o baladí?
Cien veces la miraste, ninguna vez la viste
¡y en el solar de tu hijo, de ella hay más que de ti! 

Pasó por él su fina, su delicada esteva,
abriendo surcos donde alojar perfección.
 La albada de virtudes de que lento se nieva
 es suya. Campesina, ¿no le pides perdón?

Daba sombra por una selva su encina hendida
el día en que la muerte la convidó a partir.
Pensando en que su madre la esperaba dormida,
a La de Ojos Profundos se dio sin resistir.

Y en su Dios se ha dormido, como un cojín de luna;
almohada de sus sienes, una constelación;
canta el Padre para ella sus canciones de cuna
¡y la paz llueve largo sobre su corazón! 

Como un henchido vaso, traía el alma hecha
para volcar aljófares sobre la humanidad;
y era su vida humana la dilatada brecha
que suele abrirse el Padre para echar claridad. 

Por eso aún el polvo de sus huesos sustenta
púrpura de rosales de violento llamear.
¡Y el cuidador de tumbas, como aroma, me cuenta, las
plantas del que huella sus huesos, al pasar!

POESÍA

Limones

Por José Sosa C.

Alguien te puso al mar y allí creciste

con un velamen blanco de gaviotas

o encallaste una vez tras largo viaje

y no pudiste levantar vuelo.

Por eso es que te siento algo de nave

y sospecho en tu ser algo de pájaro.

Limones isla gris

al norte de la verde tierra mía.

No sé pero hace tiempo

presentí tu calor y hoy que me allego

y acodero en tu muelle mis pisadas,

siento que me recibes

en el beso del viento,

en el saludo amigo,

en el cálido abrazo de tus barrios,

en las manos del hombre que trabaja.

Bríndote pues Limones mis poemas

y mi voz trajinando por tus calles

de mangle y acerrín. Y mi palabra

firme, comprometida y solidaria

la dejo en tu regazo. Mientras tanto

me llevo de tus playas la nostalgia.

POESÍA

Alfabeto para un niño

José Joaquín de Olmedo

AMOR de patria comprende

cuanto el hombre debe amar:

Su Dios, sus leyes, su hogar,

y el honor que los defiende.

BONDAD, bella cualidad

que siempre logra alabanza,

aplausos y premios alcanza,

inmensa felicidad.

CANDOR en toda expresión,

callar lo más que pudieres;

muy cortés con las mujeres,

pero sin afectación.

DIOS es el sabio creador

que conserva y ama al hombre,

sea cual fuere su nombre,

condición, secta y color.

ESTUDIO y aplicación

forman a la juventud,

y emulación de virtud

sin envidia ni ambición.

FRANQUEZA, nunca indecencia,

usa en la conversación;

disimulo y no ficción;

libertad, nunca licencia.

GRATITUD siempre al favor

es un deber justo y grato;

y es por eso el hombre ingrato

es un monstruo que da horror.

HONOR es en sumo grado

el alma del ciudadano:

sin honor es miembro vano,

o pernicioso al Estado.

IRA hace al hombre un tirano

de inferiores y de iguales:

la ira es propia de animales,

porque no es afecto humano.

JUEGO es una diversión

honesto, si es moderado;

pero si es inmoderado

causa nuestra perdición.

LIBERTAD ¡oh dulce nombre!

hermoso y celeste don:

tú eres la misma razón,

tú eres el alma del hombre.

MORAL, la sana moral

consiste en amarse bien,

en hacer a todos bien,

y en no hacer a nadie mal.

NATURALEZA sagaz

llena y rige al universo:

todo está bien; el perverso

solamente está de más.

ORO es un bien apreciable

para el cómodo sustento;

pero es el mayor tormento

la sed de oro insaciable.

PEREZA es enfermedad

tan mala como la muerte;

así no cabe el inerte

en ninguna sociedad.

QUIJOTERÍA es un vicio

que causa risa y desprecio,

pues es un quijote necio

corre aventuras el juicio.

RESPETO a los superiores,

respeto y amor al padre,

amor, ternura a la madre,

reverencia a los mayores.

SOCIEDAD es el estado

en que con otro vivieres,

y serás social si fueres

justo, modesto y aseado.

TIRANÍA y opresión

suenan y expresan lo mismo:

para salir de este abismo

es honrosa toda acción.

VENGANZA, nunca jamás:

nunca, nunca odio o rencor;

porque no hay placer mayor

como amar y perdonar.

YO debo ser el primero

para mi conservación;

más por buena educación

en sociedad el postrero.

ZELO en cumplir su deber

en cualquier condición,

será la única ambición

que un niño debe tener.

Estas reglas niño amado,

te harán un niño gracioso,

un joven pundonoroso,

un hombre bueno y honrado

y un anciano respetado

que a sus iguales auxilia,

sus diferencias concilian,

con bondad, no con rigor,

y muere siendo el honor

de su patria y su familia.

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POESÍA

La pobre viejecita

Por Rafael Pombo, 1912

Érase una viejecita
sin nadita que comer
sino carnes, frutas, dulces,
tortas, huevos, pan y pez.

Bebía caldo, chocolate,
leche, vino, té y café,
y la pobre no encontraba
qué comer ni qué beber.

Y esta vieja no tenía
ni un ranchito en que vivir
fuera de una casa grande
con su huerta y su jardín.

Nadie, nadie la cuidaba
sino Andrés y Juan y Gil
y ocho criados y dos pajes
de librea y corbatín.

Nunca tuvo en qué sentarse
sino sillas y sofás
con banquitos y cojines
y resorte al espaldar.

Ni otra cama que una grande
más dorada que un altar,
con colchón de blanda pluma,
mucha seda y mucho olán.

Y esta pobre viejecita
cada año, hasta su fin,
tuvo un año más de vieja
y uno menos que vivir.

Y al mirarse en el espejo
la espantaba siempre allí
otra vieja de antiparras,
papalina y peluquín.

Y esta pobre viejecita
no tenía que vestir
sino trajes de mil cortes
y de telas mil y mil.

Y a no ser por sus zapatos,
chanclas, botas y escarpín,
descalcita por el suelo
anduviera la infeliz.

Apetito nunca tuvo
acabando de comer,
ni gozó salud completa
cuando no se hallaba bien.

Se murió del mal de arrugas,
ya encorvada como un tres,
y jamás volvió a quejarse
ni de hambre ni de sed.

Y esta pobre viejecita
al morir no dejó más
que onzas, joyas, tierras, casas,
ocho gatos y un turpial.

Duerma en paz, y Dios permita
que logremos disfrutar
las pobrezas de esa pobre
y morir del mismo mal.

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CULTURA

Décima de la Zona Norte de la provincia de Esmeraldas “LA CONCHA DE ALMEJA” — MI ÁRBOL DE IDEAS

Yo me embarqué a navegar en una concha de almeja, a rodear el mundo entero a ver su hallada coteja. Saliendo de Rocafuerte con rumbo a Buenaventura, cargamento no embarqué Porque la mar taba dura. Pero embarqué quince curas, un auto para yo andar, y me entré a Guapi a embarcar cien tanques de […]

a través de Décima de la Zona Norte de la provincia de Esmeraldas “LA CONCHA DE ALMEJA” — MI ÁRBOL DE IDEAS

CULTURA

POESÍA LA TUNDA PARA EL NEGRITO — MI ÁRBOL DE IDEAS

Por Adalberto Ortiz Esmeraldeño, 1974 Pórtate bien, mi morito, pa que yo te dé café. Porque si viene la tunda, la tunda te va a cogé. No te escondás, mi negrito que ya te voy a buscá, y si la tunda te encuentra, la tunda te va entundá. Pa duro te voy […]

a través de POESÍA LA TUNDA PARA EL NEGRITO — MI ÁRBOL DE IDEAS